El Valor Estratégico del Agua como Vector de Ciertos Componentes Nutricionales
- ottoaponce

- 12 ago 2022
- 4 Min. de lectura
El agregado de aditivos tecnológicos sensoriales, como saborizantes, no solo permite aumentar el consumo sino que aporta ventajas nutricionales productivas en los cerdos.
El contenido de agua en un cerdo varía de un 80%, en recién nacidos, a 50-60% en cerdos en terminación. Esto determina que el agua es necesaria para cumplir con las funciones biológicas básicas para la vida, por lo cual se debe garantizar el equilibrio hídrico en el cuerpo del animal; y esto es lo mismo que decir que las entradas de agua deben estar equilibradas con las salidas de agua. Recodemos que la pérdida de un 10% de agua corporal puede significar riesgo de vida para el animal.
Las dos principales vías de incorporación de agua son su consumo propiamente dicho (aporta un 65 a 80% del requerimiento) y la que viene contenida en el alimento (7 a 14%). Estas entradas deben ser suficientes para compensar las salidas o consumos a través de la orina y materia fecal (60% aproximadamente), necesidades metabólicas (12 al 26%) y crecimiento (4 al 12%). No podemos dejar de considerar la respiración y jadeo, así como la transpiración, que en determinadas épocas del año pueden convertirse en un factor determinante en la pérdida corporal de agua.
A partir de un rápido recorrido de estos porcentajes, se entiende que el foco principal debe estar puesto en facilitarle a los cerdos el consumo de agua (sin que esto signifique desentenderse por completo de los restantes factores). Y aquí es donde debemos detenernos para establecer los distintos enfoques acerca del aprovisionamiento de agua en una granja: calidad y cantidad; y
Calidad y cantidad:
En alimentación animal, el agua ha sido poco considerada en cuanto a su calidad, siendo que es el ingrediente de la dieta de mayor volumen. Esta característica es tan importante como la cantidad que logran ingerir los cerdos, ya que el agua de mala calidad ocasiona un riesgo para la salud y el bienestar de los animales de producción.
A nivel bebedero deberán tenerse en cuenta los siguientes parámetros organolépticos: olor, sabor, color y turbidez. Estos parámetros permiten adoptar un primer nivel de análisis, solo ante presentica de factores negativos evidentes, pero no suplen el necesario y periódico control de calidad. Recordemos que el agua puede ser vehículo de bacterias, virus y parásitos, por lo que corresponde su análisis y la implementación del tratamiento adecuado si fuera necesario. Tampoco podemos olvidarnos de ciertas características y/o componentes del agua (dureza, presencia de minerales y/o metales, nitratos y/o nitritos, etc.) que pueden repercutir en los parámetros productivos.
Si bien el control de calidad del agua, así como los tratamientos preventivos que se implementen para asegurar su calidad, tienen consecuentemente un esfuerzo económico, este último se verá compensado ampliamente en un aumento del rendimiento, mejora en la salud y bienestar animal.
En cuanto a la cantidad, los factores que influyen en el aumento del consumo de agua en cerdos son:
Fase zootécnica: desarrollo de tejidos en crecimiento; lactancia; y en gestación el desarrollo de fetos y placenta.
Homeostasis y termorregulación: aumento de proteína en la dieta; aumento de minerales en el alimento; temperatura ambiente elevada; diarrea.
Detoxificación: presencia de toxinas en alimentos; eliminación de antibióticos o sus metabolitos.
Otros factores: dietas secas; aumento del consumo de alimentos; restricción alimentaria, estrés.
Por su parte, existen factores que disminuyen el consumo de agua en cerdos, tales como:
Disponibilidad: disponibilidad de agua intermitente; flujo insuficiente; bebederos ubicados inapropiadamente o mal diseñados; bebederos en número insuficiente.
Calidad del agua: excesiva concentración de minerales; aroma/gusto desagradables; agua sucia o con demasiadas partículas en suspensión; agua contaminada por microorganismos.
Facilitar vs Impulsar:
En el diseño y construcción de granjas porcinas se ha llegado en la actualidad a un nivel de precisión tal en que se determina la presión adecuada del agua, la cantidad de chupetes por corral, la altura y el ángulo de los chupetes y la temperatura ideal para favorecer su consumo, entre muchos otros aspectos.
Esto sirve para ejemplificar el uso adicional que puede darse al agua como vector de ciertos componentes nutricionales, cuya administración por vía del alimento se ve dificultada, ya sea porque se trabaja con una formulación cerrada; porque las características del proceso de elaboración del alimento tornan inviable la incorporación de estos componentes; porque las características propias del producto a integrar impiden su vehiculización en el alimento; o porque ese requiere una dosificación específica que debe ser manejada a nivel de granja/galpón/animales.
En el caso de lechones lactantes, la ingesta de agua comienza a tomar importancia a medida que se acerca el destete. Pero puede comenzar a consumir agua a partir de las 3 o 4 horas de nacido, por lo que resulta importante que tenga agua disponible en cantidad y calidad. La estimulación hacia el consumo de agua pre-destete ayudará a su vez al consumo voluntario de alimentos sólidos (creep feeding), lo cual redundará en un mayor aumento del peso al destete (y por ende, al final de la recría). Al mismo tiempo, al adquirir ese hábito, los efectos negativos del destete (ya conocidos ampliamente) se verán atemperados.
Impulsar el consumo de agua tanto de las cerdas como de los lechones supone un enfoque innovador en etapas críticas en las que pequeñas diferencias pueden generar grandes resultados. Actualmente existen productos en el mercado de aditivos tecnológicos sensoriales que, agregados al agua de bebida, promueven el incremento de consumo y brindan mejoras de los parámetros productivos gracias a la incorporación de otros componentes naturales.

Comentarios